Un juez de Madrid admitió el pasado mas de diciembre una querella contra el Banco Santander por su presunta conexión con la estafa piramidal de Bernard Madoff. En concreto, la querella imputaba a la entidad financiera los delitos de estafa, falsedad en documento mercantil, blanqueo de capitales y asociación ilícita.
La apertura de diligencias por parte de este magistrado reabre una brecha legal para los miles de víctimas que se calcula que podría haber generado esta estafa entre los clientes de la entidad bancaria que preside Ana Patricia Botín, a la que se le podrían imputar penas que podrían llegar hasta los 10 años de prisión. Una entidad bancaria que, recordemos, en los últimos años ha reincidido en varias irregularidades en la hora de colocar productos financieros tóxicos a sus clientes.
Banco Santander fue una de las entidades más afectadas por el engaño de Madoff, con más de 300 millones de sus clientes que quedaron empantanados cuando se destapó la estafa. Muchas de las víctimas optaron por la vía de los tribunales, una opción que ahora vuelve a coger fuerza gracias a movimientos judiciales como el que se explica en este artículo de Diario 16.
